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sábado, 6 de enero de 2018

Depeche Mode en Madrid (16/12/2017)

Mi querida esposa me regaló, por mi cumpleaños, una entrada para el concierto de Depeche Mode en el Wizink Center de Madrid:




La entrada era de la zona del Golden Circle, acotada alrededor del escenario. Oro puro, como su nombre (y su precio) indica...




Después de unos minutos de espera (habíamos estado previamente haciendo tiempo en un bar cercano al antiguo Palacio de los Deportes)



apareció la banda, al ritmo de las imágenes de unos pies caminando que iban aumentando de tamaño progresivamente:



...y se arrancó con una de las mejores canciones del último disco, Spirit, Going Backguards. Una espectacular imagen polícroma en la pantalla de detrás del escenario que recortaba las siluetas de Andrew Fletcher en primer plano, detrás de su inseparable sintetizador, y los primeros contoneos de un David Gahan, como siempre, vivaz e inquieto.



A continuación el concierto se convirtió en un recopilatorio de grandes éxitos, especialmente de los años '90 (para mi la mejor época de la banda) muy bien seleccionados para la gira, aunque por supuesto haya dificultad a la hora de decidir qué temas deberían haber conformado el Set List.

Tras It's no Good vino Barrel of a Gun (ambas del album Ultra) llegó el primer momento estelar de la noche: una versión muy funky del Pain that I'm Used to, del disco Playing the Angel, en la que Peter Gordenoy (ya para mi un miembro más de la banda por méritos propios) se lanzó con unas notas de bajo para darle el sello especial a esta versión. La pantalla trasera al mismo tiempo nos daba imágenes en close up de los artistas evolucionando en el escenario.


Al tema Useless, también de Ultra, le siguió una de mis canciones preferidas: Precious (Playing the Angel), no demasiado bien interpretada por Gahan, que estaba más para cosas más duras que sutilezas esa noche. Después World in my Eyes (Violator), otra de mis favoritas. La primera parte de la canción sirvió a Dave Gahan para tomar un poquito de aire, hasta que decidió ofrecernos una multitud de giros sobre su propio eje que hablan muy bien de su condición física.

Cover Me nos devolvió la conciencia de existencia del último disco, y dio un punto de respiro al público, que había vibrado frenéticamente hasta entonces, descanso completado por una versión de piano de Gordenoy y voz de Gore de Insight (Ultra).


A continuación llegó otro de los grandes momentos de la velada, quizá el más espectacular: Home (Ultra), interpretada por Martin Gore, sirvió para que le diéramos un merecido homenaje al final del tema, cuando nos quedamos tarareando la melodía final de la canción durante varios minutos, para culminar con una estruendosa ovación que, a menos que el artista sea de granito, debió emocionarle de verdad.

In your Room (Songs of Faith and Devotion), se presentó adornada con una interesante performance de una pareja de bailarines proyectada en la pantalla.

Después vino la potente Revolution, el primer single del Spirit.




Posteriormente llegó Everything Counts (Construction Time Again), otra de mis preferidas y momentazo del concierto. La pantalla trasera acompañó perfectamente la música con unas hipnóticas imágenes "infinitas" de graderío en el propio concierto.


El broche de oro del set lo pusieron Stripped (Black Celebration), Enjoy the Silence (Violator), para mi entre los tres mejores temas de la banda y en una versión bastante funky al final de la canción, así como la fabulosa y onírica Never let me Down (Music for the Masses). Cabe apuntar que Enjoy the Silence fue la única en la que no me gustaron las imágenes que la acompañaban: animales de granja como ovejas, cerdos y caballos. Supongo que tendría su explicación, pero yo no la capté.

Así se despidieron por primera vez nuestros héroes. A los pocos minutos regresaron Gordenoy y Gore para dedicarnos el primer bis, una excelente versión de piano y voz del Strangelove (Music for the Masses). Regresaron a continuación el resto de componentes posteriormente para interpretar Walking on my Shoes (Ultra), en otra versión remix del tema, en la que la batería de Christian Eigner cobró gran protagonismo, taladrando los acordes del secuenciador de Fletcher y el sintetizador de Peter. Las dos últimas fueron A la espídica Question of Time (Black Celebration) y Personal Jesus (Violator).

Un gran concierto de una de las míticas bandas más importantes e influyentes que quedan en la escena musical.

Un gran regalo de cumpleaños. Gracias Raúl y Gema por ayudar a Sonsoles a conseguirlo y por vuestra compañía. Ver a Depeche sin vosotros no hubiera sido lo mismo.

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