Tontus Hispánicus

Esta es la primera entrega de una posible saga que intentará desvelar los secretos genéticos de las especies pobladoras de la Iberia Subeuropea o Norafricana, como se conoce al pequeño furúnculo de tierra que pende al Sur de Los Pirineos.

El Tontus Hispánicus es la especie más extendida en dicho territorio. Linda por la derecha con el Hideputus Hispaniensis y por la izquierda con el Garrulus Ibéricus.

La frontera genética entre las dos primeras subespecies del Neanderthalensis Sudeuropeus no está muy bien definida, como veremos en los patrones de comportamiento que a continuación describiremos.

Una de las actividades preferidas del Tontus es conseguir aceleraciones 3G en su utilitario en cuanto ven titilar las luces intermitentes del vehículo de algún otro congénere o de un Homo Erectus que quiere incorporarse a su mismo carril. Si es un Erectus, el Tontus esquivará la mirada atónita del otro conductor con una semi-sonrisa de placer en las fauces. Si es un congénere, comenzará un divertido ritual de gestos agresivos, insultos y amenazas:

- ¡Hideputus!

- ¡Y tu más!¡Hideputus Máximus!

Otra de las actividades favoritas de este individuo es acercarse a cualquier evento deportivo, sea de pago o gratuito, a insultar a todos los participantes, desde los directivos, a los entrenadores, jugadores y, sobre todo, su víctima favorita, los jueces del evento. Sus gritos crearán la adhesión de otros Tontus presentes y el silencio de los (pocos) seres humanos que presumiblemente allí se encuentren.

El Tontus, si ejerce un puesto de responsabilidad, considerará sub-homínidos a sus empleados y, si es asalariado raso, tendrá siempre supervisores del género Hideputus o de los Neanderthalesis menos desarrollados: Ineptus Magníficus.

Antes decíamos que costaba diferenciar al  Hideputus del Tontus. Se puede decir que, compartiendo algunas de las costumbres antes descritas, su principal actividad consiste en parasitar al resto de especies, de una forma tan obvia y burda que en otras regiones de la geografía mundial sería considerado más bien un Tontus Plenus y sería esclavizado sin piedad por verdaderos Hideputus de esos lares. En Iberia, el Tontus siempre se jacta errónea y acomplejadamente de ser Hideputus.

El Hideputus Europeus está más diferenciado de los Tontus correspondientes, pues cada uno tiene características bien definidas y ejerce su rol natural. Los Hideputus se cuidan de expoliar completamente el ecosistema del Tontus y así evitar tensiones que pudieran llevar a la destrucción del hábitat común. El Hideputus Hispaniensis nunca comprenderá este importante detalle.

El Garrulus Ibéricus, por su parte, es una hilarante subespecie. Para mayor comprensión diríamos que es como el chimpancé de los simios, por establecer una rápida comparación.

Los gritos de los Garrulus hacen sentir como en casa al Erectus Iberiensis en cualquier estación de metro o calle en lugares lejanos como Londres, Nueva York, París, Praga, Berlín y hasta Moscú.

El Garrulus siempre comparará todo lo que vea en sus viajes con el equivalente de su aldea, pueblo o ciudad (estas últimas infestadas de ellos), sobre todo la comida. Su recuerdo de alimentos tribales como el jamón y la tortilla (sin menosprecio de su calidad, todo sea dicho) le impedirá realizar una degustación objetiva de alimentos desconocidos y nuevos sabores.

De otros sitios, los niños siempre serán más escuálidos, los machos, más blanditos, las hembras, menos limpias, las copas, menos llenas y más caras... en realidad, nada resistirá en otro lugar la comparación con su equivalente del terruño.

Por último, es interesante resaltar que, para el Garrulus, lejanos lugares pueden ser la ciudad, el pueblo o la aldea de al lado.

[Continuará]